martes, 30 de abril de 2013

Caso Cervecería Del Barú Vs. FEPAFUT: El mayor beneficiado es el fútbol nacional.

Habiendo leído en medios de comunicación escritos y en la redes sociales, la maravillosa noticia del levantamiento de la acción de secuestro impetrada por Cervecería del Barú, S.A. sobre una cuenta bancaria de la FEPAFUT, debemos ser honestos que pese a sentir gran regocijo por ello, en parte también queda un poco de zozobra al percibir que, definitivamente, las presiones exógenas fueron unos de los mecanismos principales que trajo como consecuencia este deseo de parte de la empresa.

Ahora bien, consideramos que los beneficios económicos y emocionales que ello traerá como consecuencia, de cara a la triple fecha FIFA que se nos viene en junio, son superiores al sentir personal que nos deja este evento, puesto que, finalmente, el mantener nuestro ritmo de cara a la posible, cercana y real clasificación al mundial absoluto de Brasil 2014, vale más que todo.

Sin embargo, sería poco acertado de nuestra parte, más por el hecho de nuestra publicación anterior, referente a este tema, el no realizar algunos señalamientos con respecto a los eventos registrados este 30 de abril de 2013.

En horario matutino, en un noticiero de la localidad, se presentó el abogado de la FEPAFUT, amén de dar su versión de los hechos, matizándole con los parámetros legales y contractuales que se debían seguir con motivo de la rescisión del contrato de patrocinio que unió a las partes antes descritas hasta diciembre de 2012.

Pues bien, luego de la intervención del mismo, creemos que más que lograrse las aclaraciones pertinentes, se generaron más dudas, frente a la falta de respuesta a la preguntas hechas por parte del periodista, ya que se notaban constantes evasivas y los planteamientos que volaban en círculo sobre lo preguntado.

No existe mal proceder por parte de la Cervecería, legalmente hablando, con la presentación de la acción de secuestro, puesto que pese a existir una cláusula arbitral dentro del contrato que nos ocupa, el Reglamento del CeCAP (Centro de Conciliación y Arbitraje de Panamá), tribunal competente para esta causa, permite que previo a la presentación de la solicitud de arbitraje, se pueda garantizar el futuro proceso, en procura que no sean ilusorios los fines del mismo.

Adicionalmente a ello, para que pueda "trabar" el secuestro se hace necesaria la presentación de una fianza o caución, para que en el evento que se causen daños y perjuicios haya una suma cierta de donde cobrarse.

Por otro lado, el contrato de patrocinio, es claro al contener de forma expresa el monto de la penalidad por la rescisión del contrato "el monto global del mismo", pero también contempla, como casi todo contrato, de manera conjunta, que habría que resarcir los daños y perjuicios causados con motivo de su rescisión, mismo que sería irresponsable calcular, de parte nuestra o de cualquier otro particular que desconozca la realidad de los costos adicionales en que tuvo que incurrir, el patrocinador, específicamente, en el rubro de la publicidad ya sea radial, televisiva y la producción de las mismas, para poder mercadear su producto, toda vez que esta es la única manera real de seguir produciendo fondos para continuar patrocinando a nuestra Sele.

Se alega también que hubo comunicaciones de parte de la Federación, en aras de homologar criterios en procura de aumentar el monto del patrocinio, sin embargo, al menos en la entrevista no se constató nada por escrito, lamentablemente, en la esfera legal, lo que no consta por escrito no existe, ello es así por cuanto que, error sería que estas comunicaciones hubiesen sido verbales, puesto que no habría medio de prueba alguno para acreditar tal aseveración.

Al mismo tiempo, en teoría, los términos pactados en el contrato debían respetarse mientras estuviese vigente el mismo ¿o me equivoco?

Reiteramos nuestra postura en cuanto a la irresponsabilidad manifiesta con la que actuó la Federación al rescindir unilateralmente este contrato, puesto que tal vez, no imaginó la vorágine que esto desencadenaría y el mal rato vivido por todos y cada uno de nosotros, más que nada, porque debe esta entidad, contar con un grupo de abogados que le asesorasen sobre las repercusiones de sus decisiones, sin tener que vivir del sistema del ensayo y error.

Esperamos que todo esto traiga como consecuencia el aprendizaje de los miembros de la Junta Directiva de la FEPAFUT, toda vez que "no hay que hacer cosas malas que parezcan buenas", porque asumimos que el interés de éstos, era proveerle algo mejor, económicamente hablando, a nuestras categorías futbolísticas, a través de un mejor contrato de patrocinio.

Como fanáticos del fútbol, debemos reconocer que fue esta entidad, la Cervecería del Barú, fue quien primero creyó en el fútbol de nuestro país y, claro está, lo vio como un negocio rentable, pero no podemos aprovecharnos de otros factores, para hacernos de la vista gorda, como decimos en buen panameño y obviar que había un contrato que respetar. Afortunadamente, el secuestro será levantado y este escándalo continuará su trama luego del Mundial de 2014, como bien informamos en el transcurso del día de hoy, luego de la rueda de prensa dada por la Cervecería, quienes manifestaron que su idea era actuar en base a la justicia y no perjudicar al fútbol nacional.

Queda aún mucha tela que cortar, Dios permita que ambas partes lleguen a un acuerdo, porque bien dice el dicho "más vale un mal arreglo, que un buen pleito."

A.S.

2 comentarios:

  1. Bien por el fútbol. Mal por la separación de los poderes y la seguridad jurídica.
    Saludos, Joao

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  2. No solo es el perjuicio ocasionado por los gastos de publicidad y mercadeo. Con ese contrato de patrocinio, Cerveza Panamá era la única cerveza vendida en el Rommel Fernández y demás estadios donde se juega la LPF. POr decir un ejemplo, si tenemos un Rommel Fernández con 25,000 personas en un partido, digamos, por dar un mínimo, que 15,0000 de esas personas compraban cerveza y digamos que solo compraban 1 cerveza (que siendo un buen panameño sabemos que son mucho mas que 1) a $1.00 son $15,000 perdían en un partido. Esos 7 millones deben tener su Por Qué. Solo quedara de ellos poder probarlo ya que el viejo adagio legal dice "Tanto vale No tener un Derecho, como Tenerlo y No poder Probarlo".

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