lunes, 25 de marzo de 2013

Mucho ruido y pocas nueces...

Jugando nuestro segundo partido rumbo a Brasil 14', crecían las esperanzas y la expectativa de cara a alcanzar por fin la victoria.

Luego del fatídico empate con el cuadro tico en nuestro feudo, asaltaba nuestra selección, Kingston, Jamaica en procura de conseguir puntos de oro que nos acercasen a nuestro cometido final, llegar a nuestro primer mundial de fútbol mayor.

Fue pleno el dominio de nuestra Sele, pero, lamentablemente, no se logró capitalizar salvo en una ocasión, el poderío desplegado en la cancha. El equipo jamaicano hizo gala de su fútbol de contacto, trayendo como consecuencia un partido un tanto fracturado por las constantes faltas que recibieron nuestros legionarios, sin embargo, pese a ello, Panamá no cayó en el juego rudo, sino que demostró, con jugadas individuales y colectivas que nuestro fútbol ha crecido, enormemente.

Cuando más dominaba, con un rico tiki taka, la selección canalera, en la única jugada de peligro hilvanada por el cuadro local, luego de un tiro de esquina, Elliot pondría el 1-0 con ello culminaría el primer tiempo del segundo partido de esta fecha de hexagonal.

Aunque Panamá estaba debajo en el marcador, eso no influyó en el alcance del fútbol de la Roja, puesto que no dudó en proseguir la acometida frente al arco de Donovan, el capitán y cancerbero de Jamaica.

Faltó contundencia y juego por las bandas. Como bien se desdobla de líneas anteriores, nuestro equipo dominó todo el encuentro y, pese a las constantes faltas cometidas por el equipo local, Panamá logró mantener la verticalidad en su ataque, amén de importunar al meta jamaiquino, sin embargo, debemos destacar que la banda derecha fue prácticamente nula, puesto que las pocas incorporaciones en ataque, traían como consecuencia que tal flanco quedase sin protección alguna, pero corrimos con la dicha que Jamaica no estuvo fino en ataque.

Muchas aproximaciones tuvo Panamá, pero la poca confianza demostrada por la delantera impedía la penetración del arco rival, además de la innecesaria cantidad de toques en el área chica, hecho que impedía, alcanzar por fin la victoria.

Nuestra mejor delantera, la defensa. Al igual que en el partido ante Costa Rica, la defensa demostró, en este caso, que si era difícil tirar desde dentro del área, había que probar desde fuera, tal y como hizo El Coco Henríquez, macando la paridad final, luego de un soberbio zapatazo que doblegó al meta de la selección de Jamaica y nos permitió gritar el anhelado gol.

La importancia de los cambios. Dely Valdés demostró, que nuestro equipo no sólo está conformado por los titulares indiscutibles, sino por la banca también, puesto que negrito Quintero, Russo Barahona y Aníbal Godoy, fueron vitales en este empate obtenido, a través de buenas jugadas individuales y colectivas, al punto que podemos pensar que debieron ser éstos quienes iniciaran el partido.

Nos toca realizar muchos correctivos, más que nada en ofensiva, para poder contrarrestar a un equipo hondureño que viene muy motivado luego de la victoria ante U.S.A y el empate ante México, mucho más, por la sencilla razón que son líderes de este hexagonal.

Apretemos el cinturón y hagamos valer la localía, porque son estos partidos los que definen nuestro paso firme de cara a esta meta.

Arriba Panamá!

A.S.





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